Síndrome metabólico: la señal de alarma que podemos prevenir.
El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de
alteraciones metabólicas que ocurren de manera simultánea y que incrementan el
riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular y otras complicaciones
crónicas (Alberti et al., 2009). Su detección temprana permite implementar
cambios de estilo de vida que reducen significativamente esos riesgos.
Criterios diagnósticos.
De acuerdo con el Adult Treatment Panel III, se
diagnostica SM cuando una persona presenta al menos tres de los
siguientes factores (National Cholesterol
Education Program [NCEP], 2002):
- Circunferencia
de cintura elevada (≥102 cm en hombres, ≥88 cm en mujeres, con
variaciones según etnia).
- Glucosa
en ayunas ≥100 mg/dL o tratamiento para hiperglucemia.
- Triglicéridos
≥150 mg/dL o
tratamiento específico.
- Colesterol
HDL bajo
(<40 mg/dL en hombres; <50 mg/dL en mujeres).
- Presión
arterial ≥130/85 mmHg o uso de fármacos antihipertensivos.
Tener solo uno o dos de estos factores —por ejemplo,
cintura abdominal aumentada y tensión arterial elevada— no constituye
diagnóstico de síndrome metabólico, pero sí indica un riesgo metabólico
aumentado que merece atención médica y seguimiento (Grundy et al., 2005).
Mecanismos implicados.
El SM se asocia principalmente a resistencia a la
insulina, exceso de grasa visceral, inflamación crónica de bajo grado y
sedentarismo (Saklayen, 2018). Estos procesos favorecen la disfunción
endotelial (vasos dañados), la hipertensión y la dislipidemia (desequilibrio de
lípidos en sangre-colesterol elevado).
Papel de la alimentación y el estilo
de vida.
La dieta occidental —rica en azúcares simples
añadidos, grasas trans y alimentos ultraprocesados— contribuye al desarrollo
del SM. Los azúcares simples de absorción rápida (p. ej., azúcar de
mesa, jarabes y bebidas azucaradas) provocan picos de glucemia e insulina; su
ingesta debe limitarse a menos del 10 % de las calorías diarias,
idealmente al 5 % (World Health Organization [WHO], 2015). En cambio, los
azúcares presentes en frutas y verduras se acompañan de fibra y micronutrientes
que moderan su absorción.
Prevención y tratamiento.
Las principales estrategias para reducir el riesgo o
revertir el SM incluyen:
- Alimentación
equilibrada, basada
en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y grasas saludables.
- Actividad
física regular (≥150
min/semana de ejercicio aeróbico moderado).
- Pérdida
de peso,
especialmente de grasa abdominal.
- Abandono
del tabaco y
consumo moderado de alcohol.
- Medicación
cuando la glucemia, lípidos o presión arterial lo requieren, siempre bajo
supervisión médica.
Conclusión.
El síndrome metabólico es una alarma temprana y prevenible. Identificar y abordar cada uno de sus componentes permite disminuir la incidencia de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, mejorando la calidad y la expectativa de vida.
Referencias.
- Alberti, K. G. M. M., Eckel, R. H., Grundy, S. M., Zimmet, P. Z., Cleeman, J. I., Donato, K. A., … Smith, S. C. (2009). Harmonizing the metabolic syndrome: A joint interim statement of the International Diabetes Federation Task Force on Epidemiology and Prevention; National Heart, Lung, and Blood Institute; American Heart Association; World Heart Federation; International Atherosclerosis Society; and International Association for the Study of Obesity. Circulation, 120(16), 1640–1645. https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.109.192644
- Grundy, S. M., Brewer, H. B., Cleeman, J. I., Smith, S. C., & Lenfant, C. (2005). Definition of metabolic syndrome: Report of the National Heart, Lung, and Blood Institute/American Heart Association Conference on Scientific Issues Related to Definition. Circulation, 112(17), 2735–2752. https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.105.169404
- National Cholesterol Education Program. (2002). Third Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III) final report. Circulation, 106(25), 3143–3421. https://doi.org/10.1161/circ.106.25.3143
- Saklayen, M. G. (2018). The global epidemic of the metabolic syndrome. Current Hypertension Reports, 20(2), 12. https://doi.org/10.1007/s11906-018-0812-z
- World Health Organization. (2015). Guideline: Sugars intake for adults and children. https://www.who.int/publications/i/item/9789241549028
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