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lunes, 13 de noviembre de 2017

La "crisis" para combatir incendios forestales

Sin dinero contra los incendios forestales

Diversos expertos destacan los recortes producidos en los últimos años en prevención y extinción de incendios forestales.
Artículo de la Revista EROSKI-CONSUMER 

Participan: 
  1.  Raúl de la Calle, Secretario General del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural.
  2.  Jaime Senabre, Director del Simposio Nacional sobre Incendios Forestales (SINIF).
  3.  Luis Díaz Villaverde, Presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM).
  4. Lourdes Hernández, miembro del equipo de Bosques de WWF
Los recortes en prevención y extinción de incendios forestales se producen desde hace varios años en España. Así lo señalan diversos expertos en lucha contra incendios forestales, que subrayan las importantes reducciones en profesionales y medios y las consecuencias que podrían acarrear. Este artículo explica los recortes para combatir incendios forestales y las diferencias entre la prevención y la extinción.

Recortes para combatir incendios forestales.

Las inversiones en prevención y extinción de incendios forestales se han reducido "de forma drástica y alarmante" en los tres últimos años en todas las comunidades autónomas. Así lo señala Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Según este experto, los recortes han supuesto reducciones "importantes" de plantilla, ausencia de material adecuado, falta de mantenimiento de los equipos o reducción de la actividad investigadora. 

Jaime Senabre, director del Simposio Nacional sobre Incendios Forestales (SINIF), recuerda que las competencias en prevención y extinción de incendios forestales están trasferidas a las comunidades autónomas y, por ello, es más complejo tener una visión general a nivel nacional. No obstante, considera que el descenso de los presupuestos se nota desde hace cuatro años: "Desde algunos sectores públicos se ha hecho eco de que no ha habido recortes, pero solo habría que revisar el número de obras preventivas realizadas y el número real de efectivos". Este experto afirma que la reducción en la contratación de personal de refuerzo para la campaña estival ha sido "notoria": "El personal es prácticamente el mismo en temporada de menor riesgo (invierno-primavera) que en la de mayor riesgo". 

Además de menos profesionales, sus medios y su cualificación también se han visto afectados. Luis Díaz Villaverde, presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM), explica que los equipos de protección individual (EPI) están "caducados y no garantizan la seguridad del combatiente en una intervención. Muchos contratos son eventuales o fijos discontinuos, lo que supone una menor profesionalidad. Como hay muchas categorías profesionales realizando las mismas labores con distintas condiciones, la coordinación entre todos es más difícil, y la eficacia se reduce".

Las consecuencias de esta situación son diversas y podrían empeorar la salud de los profesionales en los próximos años. Según Jaime Senabre, "la carga física de trabajo en ambientes tóxicos sin la protección necesaria y en unas condiciones laborales precarias conforman un caldo de cultivo poco ventajoso".
 Otro problema añadido, según el director del SINIF, es el de los factores "inespecíficos" (no esperados), también en aumento. Senabre pone algunos ejemplos, como estaciones de servicio o urbanizaciones en zonas naturales sin suministro de agua o en mal estado cuando se les requiere para combatir un fuego, "algo que puede tener consecuencias impredecibles, a veces, trágicas".

La falta de medios ante una situación grave podría producir una catástrofe. De la Calle señala que "en España tenemos medios suficientes para atacar un número simultáneo, pero reducido, de incendios forestales. Sin embargo, cuando se muestran con su mayor virulencia, o se producen más de 30 a la vez en una misma provincia, los medios son siempre insuficientes".

Diferencias entre la prevención y la extinción.

Los expertos también subrayan el desequilibrio entre las inversiones en prevención y extinción. Lourdes Hernández, miembro del equipo de Bosques de WWF, recuerda que el 64% del presupuesto del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) para la lucha contra incendios forestales va para apagar los fuegos, frente al 23% para evitarlos y apenas un 13% en minimizar los daños causados.

El presidente de APAM-CLM señala que con esta política de priorizar la extinción sobre la prevención hay muy pocos retenes que trabajan en invierno. "El modelo de lucha contra los incendios forestales se basa más en el ataque al fuego que en la prevención, y es un error", apostilla.
Jaime Senabre añade que la falta de inversiones en prevención se nota en muchas emergencias: "Accesos, pistas y caminos forestales en mal estado, tendidos eléctricos aéreos sin el mantenimiento adecuado, zonas agrícolas abandonadas, etc., que propician a medio y largo plazo escenarios de riesgo para la población y los ecosistemas".

Al invertir menos en prevención que en extinción, la efectividad de la lucha contra los incendios forestales se reduce. Según la experta de WWF, "la verdadera política de lucha no solo persigue detectarlos y apagarlos de forma temprana, sino sobre todo evitarlos. De no ser así, en los próximos años los grandes incendios forestales (GIF) cobrarán cada vez más protagonismo, y estos no podrán combatirse solo con nuevos y potentes hidroaviones".

El secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales afirma que "si las administraciones no tienen claro que la eficacia en la lucha contra los incendios forestales está en un adecuado plan coordinado de prevención y extinción, el fuego será el seguro vencedor una vez que no pueda controlarse en su inicio". En definitiva, según este experto, "no se les da la importancia que merecen, ya que solo nos acordamos de ellos en verano, pero son un grave problema que debería estar presente todo el año".

Cómo evitar incendios forestales catastróficos


Cómo evitar incendios forestales catastróficos

Diversos expertos en prevención y extinción de incendios forestales ofrecen consejos para reducir el número y las consecuencias de estos desastres naturales
Artículo de Revista EROSKI-CONSUMER en el que participan:
  1. Raúl de la Calle, Secretario General del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural (COITF). 
  2.  Lourdes Hernández, miembro del equipo de Bosques de WWF.
  3. Jaime Senabre, Director del Simposio Nacional sobre Incendios Forestales (SINIF).
  4. Luis Díaz Villaverde, Presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM).

El número de incendios forestales en España ha aumentado en los últimos años. Expertos en prevención y extinción de estos desastres naturales ofrecen varios consejos que podrían evitar, o al menos reducir, su número y sus consecuencias negativas. Este artículo explica cómo evitar incendios forestales catastróficos.

Invertir más en extinción, pero, sobre todo, en prevención.

Las inversiones en prevención y extinción de incendios forestales se han reducido "de forma drástica y alarmante en los tres últimos años en todas las comunidades autónomas", asegura Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural (COITF).
Estos recortes son sobre todo elevados en la prevención, donde debería hacerse el mayor esfuerzo, según los expertos. "La verdadera política de lucha contra incendios no solo persigue detectarlos y apagarlos de forma temprana, sino sobre todo evitar que se produzcan", añade Lourdes Hernández, miembro del equipo de Bosques de WWF.

Jaime Senabre, Director del Simposio Nacional sobre Incendios Forestales (SINIF), recomienda mejorar los accesos, pistas y caminos forestales en mal estado, limpiar la cubierta vegetal sobre la que trascurren tendidos eléctricos o las quemas prescritas para poner barreras a la propagación del fuego.

Mejorar los equipos profesionales antincendios.

Los profesionales que trabajan en la prevención y extinción de los incendios forestales deberían contar con los medios técnicos, humanos y laborales suficientes. Sin embargo, Luis Díaz Villaverde, presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM), asegura que sufren una "gran precariedad laboral": equipos de protección individual (EPI) caducados, muchos contratos eventuales o fijos discontinuos, mala organización en las labores en cuanto a formación, cualificación y dotación de equipos personales y de extinción, etc. El director del SINIF, por su parte, afirma que en algunas regiones se ha reducido la cifra de efectivos en un 50% en los meses estivales: "El número de incidencias aumenta de forma considerable, incrementando de manera proporcional el riesgo de lesiones, accidentes y bajas".

Cuidar el entorno rural y forestal y volverlo rentable.

El abandono del campo o la expansión urbana en zonas rurales y forestales en los últimos años en España ha aumentado el riesgo de incendios forestales y sus consecuencias negativas.

Jaime Senabre recomienda convertir el monte y los bosques en un bien sostenible y rentable económicamente a nivel local: "La selvicultura preventiva, el pastoreo, el aprovechamiento de la madera o la biomasa de los residuos forestales, poco desarrollada en nuestro país, crearían puestos de trabajo y reduciría el potencial de combustible en el monte".

De la Calle incide también en las "zonas de interfaz urbano-forestal", los núcleos urbanos cercanos a espacios forestales, que deberían contar con "Planes de Autoprotección de Incendios Forestales y que la Administración vigile que se hagan".

Aprovechar las ayudas económicas disponibles.

La experta de WWF aconseja a las instituciones que aprovechen el nuevo periodo de programación de los Fondos Europeos 2014-2020 para "incorporar medidas adecuadas y dotación financiera suficiente para la prevención activa contra incendios y la restauración de zonas incendiadas".

Incidir en la educación ambiental a los ciudadanos.

Según De la Calle, la concienciación social y la observación de normas de conducta éticamente responsables por parte de los ciudadanos deben sustituir a las imposiciones legales. "La mejor medida para evitar los incendios forestales es no encender fuego en el campo ni realizar actividades que puedan derivar en uno cuando haya riesgo", sostiene este experto.

Jaime Senabre recomienda también no lanzar fuegos artificiales en zonas de vegetación, limpiar la vegetación perimetral de viviendas y urbanizaciones próximas o enclavadas en un entorno forestal, además de respetar el campo y el monte cuando se hace una salida al mismo.

Qué hacer si estamos en medio de un incendio forestal.

Atacar pronto un fuego es fundamental para que no alcance grandes proporciones y se convierta en una catástrofe ambiental. Si se observa la existencia o iniciación de un incendio forestal, la ley obliga a avisar a las autoridades o a los servicios de emergencia y, en su caso, colaborar en lo posible, en su extinción y en localizar a los causantes. Lo mejor es llamar al teléfono de emergencias 112, y no confiarse, porque un incendio forestal es muy peligroso.
En casos extremos, se recomienda actuar de la siguiente forma:
  • Si caminamos a pie, salir lo más deprisa posible en contra de la dirección del viento o por un lateral, nunca ladera arriba, porque las llamas pueden ir más rápidas. Hay que apartarse del camino por donde avanza el fuego, y permanecer en terreno sin vegetación o ya quemado. No hay que cruzar las llamas, salvo que se vea con claridad qué hay detrás. En caso de quedar rodeado por el fuego, echarse al suelo detrás de una gran roca, un tronco o una depresión, cubrirse con tierra o arena, refugiarse en hoyos o arroyos y evitar depósitos elevados de agua que se calentarán por el incendio.
  • Si estamos en una casa y el fuego se acerca impidiendo la huida, dejar abiertas mangueras si se tienen, cerrar puertas, ventanas y persianas y permanecer en el sitio más seguro.
  • Si estamos en un coche y el fuego nos rodea, encender los faros y los intermitentes, buscar un sitio para detenerse donde el suelo esté limpio y lo más lejos posible del avance del incendio, cerrar las ventanas y puntos de ventilación y echarse al suelo.
En los dos casos anteriores, si hay que salir fuera, cubrirse la mayor parte de la piel para protegerse del calor radiante.

"Un 95% de los incendios forestales tiene detrás al ser humano" (Senabre, Jaime)


"Un 95% de los incendios forestales tiene detrás al ser humano"


¿Cómo calificaría el estado de los bosques españoles?
Los montes españoles están en gran medida abandonados, lo cual favorece el desarrollo de grandes incendios. Cada año se acumulan millones de kilovatios de energía en forma de biomasa susceptibles de convertirse en combustible para los incendios forestales. Los bosques están en expansión y en mayor medida que en otros países europeos. De hecho, España es el tercer país europeo con mayor superficie arbolada, ocupa más de la mitad de su territorio. Pero más de dos tercios es de propiedad privada, lo cual plantea algunos problemas que deben tenerse en cuenta en las políticas forestales.
¿Se hace lo suficiente para evitar incendios forestales?
No. Un 95% de los incendios forestales tiene detrás al ser humano de manera directa o indirecta, intencionada o no. Por ello hay que redoblar los esfuerzos en la educación y la concienciación ciudadana. El interés por los incendios forestales, en muchos casos, parece relegarse al verano. Pasada la época estival, es como si se hiciera "cierre por temporada".

"El abandono de los montes españoles favorece el desarrollo de grandes incendios"  

¿Habrá más incendios este verano que en años anteriores?
Esta pregunta que nos hacemos todos los años tiene difícil respuesta, porque obedece a varios condicionantes, como climatología, orografía, disponibilidad de combustible, presencia humana, etc. Atendiendo a la pluviometría registrada durante el año en curso, advierto un mayor riesgo de incendios en el arco mediterráneo y, especialmente, en el sureste español, debido al estrés hídrico de la cubierta vegetal.
¿Cuál es la evolución de los incendios forestales en los últimos años en España?
La mejora en la extinción y la tendencia a la baja del número de siniestros ha reducido la superficie afectada. No obstante, los grandes incendios (más de 500 hectáreas) conforman un nuevo tipo de régimen antropogénico con tendencia a una menor frecuencia, una temporada diferente (se producen, principalmente, en verano), mayor intensidad, fuegos de copas y, en general, aumento del área quemada. A pesar de su baja incidencia numérica, una media de 30 al año, suponen frecuentemente un gran porcentaje de la superficie anual quemada.

"Los grandes incendios forestales en España tienen cada vez más intensidad y provocan más áreas quemadas"
 
¿Han mejorado los servicios de emergencia?
Mucho, haciendo que un elevado porcentaje de los avisos se reduzca a conatos (menos de una hectárea afectada). Esa buena noticia esconde una paradoja: esta eficacia favorece en gran medida la acumulación de grandes cantidades de biomasa combustible, que aumentará significativamente la probabilidad de que un incipiente conato pueda convertirse en un gran incendio forestal. Este tipo de incendios, en ocasiones, sobrepasa la capacidad de los servicios de emergencia.
Diversos expertos forestales han asegurado que se han reducido los presupuestos para la prevención y lucha de incendios forestales. ¿Hasta qué punto?
Desde hace unos pocos años, el número de efectivos de bomberos forestales ha mermado, aunque esta tendencia parece que cambia sutilmente en algunos casos. Colectivos como los agentes forestales y ambientales atraviesan una incertidumbre en cuanto a funciones y competencias. La sobreprotección de los terrenos forestales favorece la carga de combustible e incrementa el riesgo para los ecosistemas y la población humana.
¿Cómo pueden reducirse los incendios forestales y sus consecuencias?
Las administraciones públicas deben apoyar la recuperación del uso de los montes, ya que el abandono de las últimas décadas ha aumentado su vulnerabilidad. La explotación económica de los bosques debe ser sostenible, compatible con las condiciones de vida local y el objetivo de preservar una de las funciones ecológicas más importantes de los bosques: la retención de carbono. Asimismo, es necesaria una apuesta firme por conformar bosques más resistentes a la propagación del fuego.

"Los grandes incendios sobrepasan en ocasiones la capacidad de los servicios de emergencia" 

¿De qué forma debe plantearse una lucha eficaz contra los incendios forestales?
De manera integral con diversas medidas: prevención (campañas de concienciación, vigilancia, trabajos de selvicultura o incluso quemas controladas para disminuir el combustible, etc.), gestión eficaz de los recursos materiales y humanos disponibles para la extinción, actuación inmediata sobre los suelos afectados, restauración del suelo y vegetación y una planificación preventiva que puede contribuir a reducir los gastos de extinción.